Aunque no seas, o no te consideres, un artista, creo que puedes sacar algo valioso de esta lectura. Así que quédate conmigo a lo largo de este escrito.

Si ya me has leído antes, sabrás que lo que escribo viene de mis más sinceras reflexiones. Por eso suelo comenzar con una pregunta.

Hoy quiero contarte sobre un libro que empecé a leer hace poco y que me tiene dando vueltas la cabeza, intentando descifrar exactamente qué es lo que la autora nos quiere decir.

Estoy hablando de Vivir el camino del artista, de Julia Cameron. Confieso que lo compré imaginando que trataba de algo totalmente distinto… pero eso no significa que me haya decepcionado. Para nada.
El Camino del Artista

Ahora bien, ¿por qué menciono el journaling?

Empecemos por entender que journaling es la práctica de escribir, cada día, tus pensamientos, sentimientos, experiencias y reflexiones. Sí, exacto… llevar un diario.

Desde el comienzo del libro, se nos alienta a escribir tres páginas diarias apenas despertamos. Lo sé, suena difícil. Apenas abrimos los ojos, lo primero que queremos es desayunar, sacar al perro o atender a nuestros hijos. Pero aún así, empecé a hacerlo, y hoy quiero contarte lo que descubrí como alguien que no solía practicar esto.

Según la autora, las cuatro herramientas esenciales para vivir el camino del artista son:

1. Páginas matutinas

Lo que ya te venía contando. Te invita a escribir de todo o de nada, pero que escribas. Y aclara algo importante: estas páginas son solo para ti. Son un espacio privado donde puedes volcar tus sueños, deseos, lamentos y reflexiones. Esta práctica, dice, sienta las bases para reconectar con tu potencial creativo.

2. Citas con el artista

Y no, no se trata de salir con tu artista favorito. Se refiere a reservar, una vez a la semana, al menos dos horas para que tu artista interior —esa parte infantil, juguetona y creadora que todos tenemos— salga de aventura en solitario. Puede ser ir al cine, a un museo, comer algo rico afuera o simplemente perderte en un jardín. El punto es alimentar tu creatividad desde el placer.

3. Paseos

Además de la cita con el artista, sugiere caminar dos veces por semana. Solo. Sin música. Sin tu perro. Solo tú y tus pensamientos. Esto ayuda, según Cameron, a elevar tu conciencia.

4. Pedir orientación por escrito

Y acá fue cuando mi cabeza explotó.

Consiste en pedir ayuda por escrito sobre cualquier tema en el que necesites guía: relaciones, entorno, decisiones profesionales, lo que sea. Al pedir por escrito que se nos guíe… se nos guiará.

Ahora bien, ¿qué significa eso de “pedir orientación por escrito”? ¿Quién —o qué— nos va a responder?

No te voy a mentir, da un poco de miedo. Te hace cuestionarte la lectura y hasta pensar: ¿esto es lógico? ¿Tiene sentido?

Para quienes venimos de mundos más racionales —ciencia, tecnología— puede sonar a locura. Pero no olvidemos que esa “voz” puede ser simplemente nuestra intuición. Y si no crees en eso… bueno, entonces quizás sea nuestro subconsciente hablándonos.


Conclusiones sobre hacer journaling tras varios días…

Y sobre “mi voz interior”:

Esta parte la escribo después de haber hecho las páginas diarias durante un par de semanas.

El libro propone seguir esta práctica durante seis semanas, pero no quería esperar tanto para compartirte mi experiencia. Y la verdad… he notado beneficios desde ya.

No te voy a decir que es fácil, pero sí creo que es beneficioso para expresar lo que no decimos en voz alta. He escrito desde lo que soñé en la noche hasta cosas que me han puesto triste, e incluso momentos de felicidad.

Intenté varias veces conectar con esa “voz interior” que supuestamente debería responderme, y creo que… es como tratar de hablar con esa parte tuya que lleva mucho tiempo guardada, esperando a que le prestes atención.

Definitivamente es terapéutico. No lo siento como magia, ni nada místico, sino como un puente: hacia ti mismo, tus emociones, tus deseos más profundos, tu intuición… todo eso que dejamos de escuchar en medio del ruido diario.

Por eso hoy quiero invitarte a que lo pongas en práctica.

Y si lo haces, ¡cuéntame cómo te fue!

Tal vez quienes son más espirituales, sensibles o artísticos descubran un incremento en su creatividad. Pero para mí, el verdadero regalo ha sido ese reencuentro conmigo misma.

Frenar. Leerme. Drenar. Ha sido una experiencia profundamente refrescante.


¿Estás dispuesto a conectar contigo mismo?

Inténtalo. Y me cuentas abajo en los comentarios. 

Saludos a todos,

¡Hasta el próximo artículo!

Photo by Robert Katzki on Unsplash